Eran amigas y luego se pudrió todo: ¿qué pasó entre las hinchadas de Vélez y Estudiantes?

Corría el año 1993. Otro mundo, otro fútbol. No existía el VAR, la patada a la altura de la cintura era castigada solo con amarilla, los técnicos no hablaban de “internos” ni de “bloque bajo”, Gustavo Quinteros jugaba de defensor en el The Strongest de Bolivia, Eduardo Domínguez ni había debutado en Primera (lo haría en 1996), Enzo Pérez tenía siete años, Valentín Gómez ni siquiera había nacido (lo haría diez años después) y en las canchas del fútbol argentino, fecha tras fecha, estaban las dos hinchadas: sí, locales y visitantes. Y en ese fútbol hoy casi increíble había una particularidad: las hinchadas de Vélez y de Estudiantes eran amigas. Muy amigas.

Los buenos tiempos...

De hecho, en el partido que jugaron el 8 de junio de 1993, en 57 y 1, los jugadores del Fortín ingresaron al campo con la bandera del Pincha, y viceversa. Aquel encuentro terminó 1-1, con goles de Chilavert, de penal, para Vélez; y del Rulo París, para el Pincha. Con ese empate, el equipo de Liniers, dirigido por Carlitos Bianchi, tuvo que esperar hasta la noche (Independiente no pudo ganarle a Belgrano) para asegurarse el título.

En aquellos años 90, la amistad entre ambas hinchadas se reforzó porque, además, creció la pica entre Vélez y Gimnasia, justamente el clásico del Pincha. Ya en 1992, el Fortín le había ganado 3-0 al Lobo, en cancha de River, en un partido para definir el ganador de la Liguilla pre-Libertadores, y Roberto Trotta (ex Pincha), jugando para Vélez, besó una camiseta de Estudiantes al terminar el partido y le hizo gestos a la hinchada del Lobo. Listo, el amor entre pinchas y fortineros estaba sellado. Pero esta historia tendría más capítulos...

Y uno de esos capítulos ocurrió poco después: el 3 de abril de 1994 cuando, en el Bosque, se cruzaron otra vez Vélez y Gimnasia. El Lobo (con Roberto Perfumo de entrenador) derrotó 3-2 al Fortín de Bianchi, en un encuentro que tuvo una tremenda batalla campal, de las más recordadas de nuestro fútbol.

En el final, ya camino a la manga, Chilavert agredió a Guillermo Sanguinetti, provocando una gresca entre titulares, suplentes, policías y auxiliares. Sergio Dopazo, lateral del Lobo que había sido expulsado, se trompeó con Roberto Trotta, y hasta Carlos Bianchi, mientras trataba de separar, sufrió un piedrazo que le dejó el cuero cabelludo sangrando.

Un bochorno que terminó con los hinchas del Lobo agolpados a la salida del vestuario visitante, buscando la cabeza de Chilavert. Hubo denuncias penales contra jugadores de Vélez y desde el Tribunal de Disciplina le dieron nueve partidos de suspensión a Dopazo y siete a Chila.

Así, mientras la pica entre Vélez y Gimnasia se hacía más feroz (ambos equipos pelearon los torneos del 96 y 98), crecía la amistad entre los del Pincha y el Fortín. Había hinchas de Estudiantes que iban a alentar a Vélez con la camiseta roja y blanca cada vez que el Fortín visitaba el Bosque para enfrentar al Lobo y en la tribuna de Vélez aparecían banderas de “Fuerza Pincha” cuando, en 1994, Estudiantes peleaba por no descender.

El partido que llevó a la ruptura

Pero aquella amistad se rompió años después. Más precisamente, el domingo 29 de junio de 2003. A una fecha del final del Clausura, Vélez, dirigido por Carlos Ischia, necesitaba ganar para seguir prendido arriba y recibió al Estudiantes de Carlos Bilardo. Antes del partido, las hinchadas comieron juntas un asado, pero todo se pudrió cuando el Principito Sosa, sí, el mismo que va a estar este domingo en Santiago, clavó el gol del 1-0 con el que Estudiantes se llevaría los tres puntos y Vélez se despediría del torneo en el que River se coronó como campeón.

La hinchada fortinera, con el partido 0-1, comenzó a cantar “si esta tarde no ganamos, se termina la amistad” y desde la platea hubo insultos para Bilardo. Esto provocó que los de Estudiantes reaccionaran con “es el equipo del Narigón”. El duelo continuó con los de Vélez al grito de “a estos putos les tenemos que ganar”, mientras los visitantes respondían con “me parece que Vélez, no sale campeón, porque el Pincha lo cagó”. Y, sí, ahí se terminó el amor... Ahora, el domingo, se verán las caras estos dos grandes clubes, con una historia de tablón en común.